Una promesa de cura contra el Covid-19 se encuentra en las llamas Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
16 mayo, 2020
Mientras muchos buscan a la especie que contagió inicialmente al SARS CoV-2, el coronavirus que provoca al Covid 19, algunos científicos se enfocan en las que nos pueden ayudar a combatirlo. En el Instituto Vlaams de Biotecnología de la Universidad de Gante, en Bélgica, se realizan experimentos con llamas, esos peludos y amigables seres originarios de los Andes. Aunque el origen del virus que ha detenido las actividades humanas alrededor del mundo se busca entre otras familias animales, los camélidos prometen una esperanza de cura.
Una especie poco común para resolver una pandemia
En 1989 se descubrió un detalle peculiar de los dromedarios. Estos camélidos, parientes de las llamas, producían unos anticuerpos más pequeños de lo normal. Se les dio el nombre de nanocuerpos por su tamaño de la cuarta parte de los anticuerpos normales. Su estructura era simple y desde aquel momento se entendió que sería importante para la investigación en anticuerpos.
Los camélidos son de gran utilidad en experimentación terapéutica. En distintas partes del mundo se usan para estudios que incluyen a virus como el VIH y padecimientos como el cáncer de hígado. Entre sus ventajas para la experimentación está que su reproducción es fácil y son estables, lo que permite trabajar con ellos.
El Instituto Vlaams de Biotecnología cuenta con un criadero de llamas. Su población es de aproximadamente 130 individuos de esta especie. Entre las investigaciones que se hacen aquí está una que lleva 4 años investigando a un par de coronavirus similares al SARS CoV-2. Los avances que se tienen hasta ahora sobre el SARS CoV-1 y el MERS-CoV dan esperanzas sobre lo que podría hacerse para combatir al causante de la pandemia actual.
Los estudios sobre nanocuerpos de llama y coronavirus comenzaron en 2016. “Pensamos que era importante porque estos coronavirus también tienen un historial de saltos de animales a humanos y generan enfermedades graves”, comentó National Geographic Xavier Saelens del Instituto Vlaams.
El equipo que investiga a los nanocuerpos y su respuesta a los coronavirus tiene a un individuo de llama protagonista de la investigación. Su nombre es Winter y tiene 4 años de vida, los mismos de la investigación. Comenzó a participar en los experimentos desde que tenía 9 meses. El procedimiento ha sido largo y ha mostrado resultados.
El inicio de la investigación fue similar al de una vacuna. Se suministró una pequeña dosis de proteínas espícula, esas que hacen tan famosos a los coronavirus por su forma de puntas de corona. Con ellas se le inmunizó y se comenzaron a tomar muestras de su sangre para ver la reacción. De entre los nanocuerpos que se reconocieron uno fue prometedor: VHH-72. Este anticuerpo mostró resultados alentadores ante el SARS CoV-1.
Gracias a su tamaño, el nanocuerpo VHH-72 se aferra fácilmente a las espigas de los coronavirus. Los primeros experimentos de 2016 sobre Winter fueron alentadores y se retomó el experimento ante la amenaza del SARS CoV-2. Los primeros resultados muestran que el nanocuerpo puede neutralizar las espigas del nuevo coronavirus, al menos en pruebas de laboratorio.
“Hay que ser cautelosos, hay una gran diferencia entre un tubo de ensayo en un laboratorio y la respuesta inmune en humanos”, advirtió Daniel Wrapp a BBC Mundo, él es investigador del Departamento de Ciencias Moleculares de la Universidad de Texas en Austin y aparece como primer firmante en el artículo donde se reportan los resultados.
Los resultados de este nuevo proceso experimental se publicaron en la revista científica Cell. El artículo lleva por título “Base estructural para una neutralización potente de Betacoronavirus por un anticuerpo camélido de domínio único”. La investigación está aún en fase experimental y el proceso para llegar a una cura efectiva en humanos será largo.
Una vez aislado el anticuerpo debe probarse en otras especies más cercanas al ser humano. Para llegar a pruebas humanas pasarán varios meses y posteriormente se comprobará su eficacia. En caso de tener éxito, el tratamiento con anticuerpos reduciría los efectos del padecimiento Covid-19, provocado por el virus SARS CoV-2. “Si todo sale perfecto y llegamos a la etapa de hacer pruebas en humanos, podríamos tener una droga aprobada en un año”, afirmó Wrapp.