Uso de etanol de maíz ha reducido gases de efecto invernadero en Estados Unidos Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
26 mayo, 2021
El etanol es un alcohol que se obtiene a partir de la fermentación de azúcares y puede utilizarse como combustible. Un estudio realizado por el Laboratorio Nacional Argonne del Departamento de Energía de Estados Unidos (DOE, por sus siglas en inglés) mostró recientemente que su uso está reduciendo la huella de carbono. El estudio abarca el periodo entre 2005 y 2019, cuando la producción de etanol se cuadruplicó. Los resultados se publicaron en la revista científica Biofuels, Bioproducts and Biorefining.
Maíz para reducir la huella de carbono
Los investigadores tomaron como referencia la intensidad en emisiones de gases de efecto invernadero. Uno de los indicadores importantes para el estudio fue la intensidad del carbón (CI). Durante los 14 años que abarcaron, se notó una reducción de 23% en el CI. Si una nación industrializada como Estados Unidos reduce sus emisiones contaminantes es importante conocer las causas.
Entre 2005 y 2019 la producción de etanol pasó de 6.1 mil millones de litros a 57 mil millones. Distintas legislaciones tanto federales como estatales favorecen el consumo de este y otros combustibles renovables. Los investigadores recurrieron al análisis de ciclo de vida, también conocido como LCA; este se utiliza para comparar el impacto de diferentes combustibles.
"La ruta de producción de etanol de maíz - tanto en términos de cultivo de maíz y biorefinerías - ha evolucionado mucho desde 2005", explicó Uisung Lee, quien es el primer firmante del artículo, en un comunicado del Laboratorio Nacional Argonne. También menciona que la investigación se basó en estadísticas exhaustivas del cultivo de maíz del Departamento de Agricultura de Estados Unidos.
La eficiencia del maíz también fue un factor importante. Hoyoung Kwon, quien fue coautor del artículo afirma que el rendimiento de los granos de maíz estadounidense mejoró 15%. Alcanzó los 168 bushels por acre; un bushel es una medida de masa usada en los países anglosajones para productos como los granos. Incluso cuando el consumo de fertilizantes se mantuvo, el rendimiento del maíz se incrementó; la proporción de fertilizante para producir el maíz redujo 7% el uso de nitrógeno y 18% el uso de potasa.
De acuerdo al estudio, el consumo de etanol entre 2005 y 2019 permitió una reducción de más de 500 millones de toneladas de gases de efecto invernadero. “Para Estados Unidos, biocombustibles como el etanol de maíz pueden jugar un papel crítico en la reducción de la huella de carbono”, explica Michael Wang, quien participó en el estudio.
Para el estudio referido se recurrió al modelo GREET. Su nombre proviene de las siglas en inglés de Uso de Gases de Efecto Invernadero, Emisiones Reguladas y Energía en Tecnología. Este modelo permite simular el uso de energía en diferentes vehículos con distintas combinaciones de combustible. Tanto instituciones gubernamentales como la industria y otros grupos de investigación recurren a este modelo para analizar el rendimiento de biocombustibles.
Estados Unidos es una nación que depende de todo tipo de combustibles para que sus industrias avancen. Si en menos de 15 años logró reducir su emisión de gases de efecto invernadero gracias al uso de etanol, es una alternativa que debe considerarse en otros contextos. El maíz, además de ser un alimento ancestral, se puede usar para producir combustibles menos agresivos con el medioambiente.