Conservar, restaurar y adaptarnos, propone Gerardo Ceballos en la FIL Guadalajara Copiar al portapapeles

A las 17 horas del martes 28 de noviembre la Feria Internacional del Libro de Guadalajara tenía programada una mesa sobre cambio climático. Gerardo Ceballos, el ponente principal llegó unos minutos después tras una confusión sobre el lugar donde debía presentarse.

Ante el retraso y la limitación de tiempo fue breve y directo. Recordó su experiencia con el tren maya para posicionarse respecto a la importancia del conocimiento científico.

“Estamos aquí para dar un mensaje de esperanza”

En la mesa también se encontraban Catalina López-Sagástegui y Alejandra Vázquez representando a Datamares.org, una institución que entre otros asuntos realiza monitoreo ecológico para orientar la toma de decisiones. El evento comenzó con una introducción breve del proyecto.

Ceballos comenzó hablando del tren maya. “En realidad no tomamos posiciones científicas, sino políticas y filosóficas”, aclaró desde un principio. 

Recordó que ante un proyecto como este se tuvo todo tipo de reacciones en la comunidad científica mexicana. Se marcaron posturas extremas, por un lado se remarcaba el progreso y por otro el daño ecológico, incluso se habló de ecocidio.

Ante este ambiente polarizado recordó que la sociedad tiene la obligación de buscar información. Antes de comenzar con los datos remarcó que su mensaje es de esperanza.

Para enmarcar su intervención resaltó noticias recientes que se relacionan directamente con el cambio climático. Recordó el paso inesperado e intempestivo del huracán Otis. Señaló a este tipo de eventos como la “nueva normalidad”.

Ante la nueva normalidad lo que nos queda es crear políticas que la afronten. Sobre este apartado definió tres ejes: conservar, restaurar y adaptarnos.

Otra de sus referencias climáticas fue el agotamiento del agua en el valle de México. Resaltó que la ciencia nos permite comprender las formas de conservar el agua. Si bien, se tienen fechas tentativas para que se agoten los recursos hídricos, la ciencia nos provee de herramientas para resolver la situación en mejores condiciones.

Un detalle que llamó la atención de varios asistentes fue la mención a la diferencia entre alarmar y alertar sobre la situación climática que vive nuestro planeta. “No sería ético no decir la magnitud de las cosas”, señaló.

Un tren y el conocimiento científico

La experiencia de Gerardo Ceballos con el proyecto del tren maya sirvió como eje a la mesa de diálogo. Aclaró que si tuviera el control sobre este proyecto lo habría detenido pero ya estaba en marcha.

Ceballos mencionó que el proyecto no se podía detener pero sí aportar. Mientras otros científicos pedían que se cancelara el proyecto, él asumió que ocurriría y prefirió buscar la forma de que tuviera un impacto menor.

Sobre este proyecto y las reacciones que provocó comentó que “es enormemente frustrante ver que los científicos estamos dispersos”. En un entorno sin acuerdos de comunidad (científica), se buscaron alternativas.

Entre los aportes que mencionó sobre el proyecto original del tren maya está la creación de pasos para la fauna de la región. Además, explicó que con o sin tren maya se están deforestando grandes extensiones de selva en la península de Yucatán.

Usó este ejemplo para recordar que la ciencia nos ofrece herramientas para tomar decisiones. En nuestro día a día también evaluamos y el enfoque científico nos ayuda a saber hasta dónde es posible llegar.