El mayor hoyo de ozono sobre el Ártico se cerró Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
1 mayo, 2020
2020 fue escenario para la aparición del mayor hoyo de ozono que se recuerda sobre el Ártico. A diferencia del polo sur, en que aparece cada año, en el hemisferio norte es un fenómeno poco común. Este año alcanzó una dimensión sin precedentes, tres veces la superficie de Groenlandia. Desde el Servicio de Monitoreo Atmosférico Copérnico (CAMS, por sus siglas en inglés) de la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés), se confirmó que ya ha desaparecido.
Un fenómeno inesperado que desapareció repentinamente
Abril 23 fue la fecha en que se anunció que ya estaba cerrado. “El agujero de ozono sin precedentes de 2020 en el Hemisferio Norte ha llegado a su fin”, se publicó en la cuenta de Twitter del CAMS. El anuncio se dio casi un mes después que se había reconocido la existencia del mayor hoyo de ozono en el Ártico.
A diferencia del polo sur, los hoyos en la capa de ozono en el polo norte son poco comunes. Mientras que la historia para reducir el que aparece sobre la Antártida cada año es larga, lo que ocurre en el Ártico es ocasional. La explicación de lo que ocurrió este año es un vórtice polar.
La capa de ozono aparece después de los 10 kilómetros de altura. Desde ahí evita la entrada de rayos ultravioleta a la superficie del planeta. Cuando la temperatura es muy baja en los polos se forman nubes. En ellas se acumulan químicos como cloro y bromo que reaccionan con el ozono, reduciendo su presencia en la atmósfera.
La presencia de vientos más fuertes de lo normal este año provocó la creación de un vórtice polar. De esta forma el polo norte registró temperaturas más bajas de lo habitual de forma constante, cuando lo normal es que sean variables. Bajo estas condiciones se formaron las nubes que redujeron el ozono atmosférico sobre la Antártida.
Lo poco común del fenómeno hace que existan pocos datos al respecto. No existe información suficiente para afirmar que se trate de una nueva tendencia. Hace algunas semanas Martin Dameris, científico atmosférico del Centro Aeroespacial de Vuelo afirmó a la revista científica Nature: “En mi opinión, esta es la primera vez que podemos hablar sobre un verdadero hoyo de ozono en el Ártico”.
Se tienen antecedentes, de mucho menor tamaño, sobre reducciones en los niveles de ozono en el Ártico. Las más recientes ocurrieron en 2007 y 2011. En cuanto a la temperatura, 1979 fue el año en que registró una temperatura equiparable a la que se vivió este 2020 en el polo norte. En ninguna de las ocasiones anteriores se reconoció un hoyo significativo como el que apareció este año.
Durante casi un mes el Ártico tuvo su primer hoyo de ozono de grandes dimensiones, por su parte, la Antártida lleva casi 4 décadas lidiando con el suyo. Las medidas que se han tomado para evitar la pérdida de ozono en el polo sur están dando resultados. Desde el año 2000 se ha mantenido un ritmo de entre 1% y 3% de encogimiento por década. Se estima que para 2050 este agujero estaría en condiciones de cerrarse por completo.