El gran cañón y un impacto de meteoro hace 56 mil años están relacionados Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
15 julio, 2025
Dos sitios geológicos reconocidos en Estados Unidos mantienen una historia común. El descubrimiento relaciona un deslizamiento de tierra que ocurrió en el Río Colorado y formó un paleolago en el Gran Cañón con el impacto de un meteoro.
Los resultados de la investigación se publicaron este 15 de julio en la revista científica Geology. El título del artículo es “Gran Cañón corrimiento de tierra-presa y paleolago provocado por el impacto del Cráter de Meteoro en 56 ka”.
Una serie de pistas sobre la formación del Gran Cañón
Hace 56,000 años un deslizamiento de tierra bloqueó el cauce del Río Colorado. Así se formó un paleolago en lo que ahora es el Gran Cañón. La época en que esto ocurrió coincide con un cráter de impacto de meteoro.
La historia de esta investigación se remonta mucho antes de la que concluyó en el artículo citado. A mediados de la década de los 60 del siglo pasado, el padre del profesor emérito Karl Karlstrom participó en una excavación con fines arqueológicos y geológicos.
En aquella expedición se encontró evidencia de especies extintas en el Gran Cañón. Entre ellas están el cóndor de California y la cabra de las montañas Harrington. También se encontraron figuras formadas con ramas hechas por las tribus que vivieron en la región entre 3 y 4 mil años atrás.
Se realizaron dataciones por el método de radiocarbono en madera flotante que se encontró en la región. Se le calculó una edad de 35 mil años, una fecha cercana a los límites de este método en aquella época.
La madera flotando fue una pieza clave en la investigación debido a que su edad ha sido recalculada en un par de ocasiones con métodos cada vez más sofisticados. En 1984 se estimó que tenía 43,500 años de edad. Para la investigación recientemente publicada el resultado fue de 56 mil años. El análisis más reciente se realizó en laboratorios de Nueva Zelanda y Australia.
Un detalle azaroso favoreció a la investigación. Dos de sus participantes trabajaban simultáneamente en investigaciones separadas que ofrecieron datos útiles para relacionar los dos eventos: el impacto del meteoro y el deslizamiento de tierra.
Chris Bastien del Laboratorio de Investigación de Anillos de Árboles de la Universidad de Arizona estudiaba las colecciones de madera flotante. Por su parte, David Kring del Instituto Lunar y Planetario de Houston era coordinador científico del Cráter del Meteoro.
También se realizaba un nuevo cálculo sobre la edad del Cráter del Meteoro de forma independiente. Mediante métodos distintos se llegó a un rango entre 53 y 63 mil años atrás.
Quien notó la coincidencia fue otro miembro del grupo, Jonathan Palmer de uno de los laboratorios australianos que participaron. Por una coincidencia visitó el Cráter del Meteoro durante un viaje de carretera y Chris Bastien también fue parte de su itinerario. Así, comenzaron a hilarse los datos.
“A partir de numerosos viajes de investigación, Karl y yo sabíamos de otras cuevas altamente accesibles que tenían tanto madera suelta como sedimentos que podían ser datados”, recuerda Laurie Crossey. Ella pertenece al Departamento de Ciencias de la Tierra y Planetarias de la Universidad de Nuevo México.
Al notar la coincidencia se enviaron nuevamente muestras para su datación. A los laboratorios neozelandeses y australianos se enviaron nuevas muestras de madera. Por otro lado, el laboratorio Tammy Rittenour de la Universidad Estatal de Utah recibió sedimentos.
Era necesario tener dos análisis con métodos diferentes para obtener resultados confiables. Los resultados en ambos casos dieron una edad de 55,600 años con fechas estadísticamente indistinguibles.
La propuesta de un paleolago formado por un deslizamiento de tierra en el Gran Cañón también se había hecho antes. En la década de 1980 Richard Hereford del Servicio Geológico de Estados Unidos propuso que había ocurrido un desprendimiento de rocas cerca del Cañón Nankoweap, ubicado en el este del Gran Cañón. Esto es debajo de la Cueva Stanton donde pudo formarse una presa y un paleolago donde la madera flotó.
Las muestras de madera que coinciden en la edad de 55,600 años provienen de distintas cuevas ubicadas por encima del río. Además, Jason Ballensky, quien es explorador de las cuevas del Gran Cañón afirma haber visto huellas de castores en subida y bajada de las cuevas Vasey Paradise, un lugar que no es accesible para estos animales.
Una serie de pistas apuntan a que el choque de un meteoro coincidió con una formación muy particular en el Gran Cañón hace miles de años. Lo que ahora es un atractivo turístico que tiene un río al fondo, parece haber tenido una presa natural construída por una caída súbita de tierra y rocas.
Fuente
Study finds link between Grand Canyon landslide and Meteor Crater impact