Es oficial: Estados Unidos se retira del Acuerdo de París
6 noviembre, 2019
El pasado lunes 4 de noviembre el gobierno de Donald Trump comenzó oficialmente su proceso para retirarse del Acuerdo de París. En un momento histórico en que los científicos de distintas partes del mundo alertan sobre los riesgos climáticos, el gobierno federal de Estados Unidos decide retirarse de uno de los acuerdos más importantes para el control de emisiones contaminantes.
Un retiro anunciado y sus consecuencias
El desinterés del actual presidente de Estados Unidos por el cambio climático es de conocimiento público. En distintas ocasiones ha negado la existencia de este fenómeno. Además, se le reconoce por incentivar a industrias contaminantes como la automovilística que depende de los hidrocarburos. Ahora, ha comenzado el proceso para retirar a una de las naciones más influyentes políticamente y contaminantes, de un acuerdo que busca reducir las emisiones contaminantes hacia el ambiente.
El retiro no es inmediato. Pasará un año para que sea efectiva la retirada. El momento en que será efectivo será noviembre de 2020. Para ese momento ya habrán pasado las próximas elecciones presidenciales de Estados Unidos. Este abandono del Acuerdo de París tendrá efecto en las urnas y los competidores lo usarán, cada uno a su estilo, para convencer a los electores.
Por parte del actual presidente que buscará reelegirse se argumenta que el abandono del acuerdo internacional protege los intereses de los trabajadores norteamericanos. Mike Pompeo afirmó el mismo día del anuncio que el acuerdo internacional es “una carga injusta impuesta a los trabajadores norteamericanos”. Si bien es cierto que Estados Unidos paga cuotas que se utilizan para mitigar los efectos del cambio climático, el adjetivo “injusto” sería una exageración.
En un artículo publicado en 2017 por el New York Times se comparaba las emisiones contaminantes de Estados Unidos con el resto del mundo. El período que se describe va de 1850 al momento actual (en que fue publicado el artículo). En un recorrido histórico se mostraba a Estados Unidos como la nación que más contaminantes ha emitido en ese tiempo, teniendo a China como el competidor más cercano en los últimos años.
A partir de estos datos se afirmaba que apenas el 4% de la población mundial (la estadounidense), era responsable de la tercera parte del exceso de dióxido de carbono. Entre los puntos de comparación se mencionaba que un estadounidense promedio quema aproximadamente el doble de combustible que sus equivalentes europeos o japoneses y 10 veces más que el hindú promedio. Estados Unidos contamina a gran escala y ahora está en proceso de retirarse del Acuerdo de París.
Retomando el asunto electoral, los demócratas tomarán la lucha ambiental como bandera. Los candidatos de este partido ya han mostrado su decisión de neutralizar la contaminación climática de su nación para 2050. Personajes como el senador Tom Carper han mostrado su rechazo a la medida de abandonar el acuerdo internacional. “Una vez más, el presidente Trump está abandonando a nuestros aliados globales buscando un beneficio fuera de lugar. Ahora América avanza sola, casi 200 países se han unido a este compromiso global para combatir el cambio climático, incluso parias globales como Corea del Norte y países en guerra civil como Siria”.
Queda un año para que una de las naciones más influyentes se retire de un pacto que busca reducir los efectos del cambio climático. El Secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo mencionó el mismo lunes en que se anunció el retiro: “En discusiones internacionales sobre el clima, vamos a continuar ofreciendo modelos realistas y pragmáticos —respaldados por registros de resultados en el mundo real— mostrando innovación y abriendo mercados que lideren una gran prosperidad, menos emisiones y más fuentes de energía segura”.
Las dudas sobre el futuro de las emisiones contaminantes en el mundo son muchas. Mientras tanto, la oficina presidencial francesa ya anunció negociaciones con China. Este miércoles se tiene pactada una reunión en Beijing que llevará a un acuerdo sobre la “irreversibilidad” del Acuerdo de París. Queda un año de incertidumbre, elecciones y emisiones contaminantes.