Las aguas residuales podrían alertar sobre el avance de Covid-19 Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
10 julio, 2020
En portada: Prueba de agua residual para medir la presencia del virus. Archivo EFE/ José Jácome
Uno de los retos para enfrentar al SARS CoV-2 y el padecimiento que provoca, Covid-19, es el tiempo que tarda para mostrar los síntomas. Para el momento en que alguien infectado se entera que lo tiene ya han pasado en promedio dos semanas. Investigaciones recientes en distintas partes del mundo están revelando una nueva forma de evaluar la presencia de este virus en una población; la clave está en las alcantarillas.
Una alerta del comportamiento del virus
El análisis de las aguas residuales se ha usado desde hace décadas para comprender el comportamiento de las poblaciones. Situaciones como el uso de drogas, medicamentos o los hábitos de alimentación se reconocen a través de la materia fecal que sale por las alcantarillas. De esta forma se reconoce si una política pública está funcionando o es necesario hacer cambios. Recientemente se ha retomado este tipo de análisis para comprender el comportamiento del SARS CoV-2 en distintas poblaciones.
Italia fue al principio una de las naciones con más casos de Covid-19. Tras el análisis de 40 muestras de aguas residuales entre octubre de 2019 y febrero de 2020 se encontró evidencia del virus antes de los primeros casos detectados. En ciudades como Milán o Turín el virus ya circulaba en sus aguas residuales desde 2019. De acuerdo al Instituto Superior de Salud de Italia (ISS), el análisis de las muestras confirma que el 18 de diciembre de 2019 ya estaba presente el virus en las aguas residuales de aquellas ciudades. Un par de meses después, el 20 de febrero de 2020 se registró el primer caso de Covid en Codogno, cerca de Milán.
En Brasil la Universidad Federal de Santa Catarina (UFSC) también analizó muestras de aguas residuales. El periodo que se estudió va del 30 de octubre de 2019 al 4 de marzo de 2020. Las muestras provienen de la ciudad de Florianópolis, capital del estado de Santa Catarina. Los resultados del análisis indican que el 27 de noviembre el virus ya estaba presente en aquella ciudad. Los primeros casos de contagio registrados en aquella ciudad se dieron el 12 de marzo.
España es otro de los casos donde el virus aparentemente estuvo ahí desde mucho antes que se detectaran casos de contagio. Ahí fue la Universidad de Barcelona la que analizó muestras. Su periodo de estudio es más amplio y considera que el virus ya estaba en las aguas residuales españolas desde el 12 de marzo de 2019; mucho antes de los primeros casos de Covid-19 en Wuhan, la ciudad China donde surgió la alerta del nuevo virus. El caso español se ha puesto en duda por la gran anticipación del virus, una de las posibilidades que se manejan es que las muestras se hayan contaminado posteriormente.
El análisis de aguas residuales ya se está probando en distintas partes del mundo. Para detectar al virus se hacen concentraciones debido a que las muestras están muy diluidas. Posteriormente se analizan las secuencias de ARN (Ácido Ribonucleico) del virus mediante un detector PCR (Reacción en Cadena de la Polimerasa). Esto permite conocer la “probabilidad de carga vírica”.
Aún no está claro cómo llegó el virus a las aguas residuales. Se manejan distintas hipótesis sin tener una definitiva. La primera es que los pacientes iniciales hayan sido diagnosticados erróneamente con otros padecimientos respiratorios. La segunda es que el virus no se había propagado al principio con la intensidad necesaria para provocar un brote. También se consideran dos posibles errores en los estudios que reconocen al virus antes de los casos de infección oficiales; la primera de ellas es que las muestras se hayan contaminado y la segunda que se obtuvieran mediciones equivocadas marcando falsos positivos. La última de las posibilidades que se manejan es que el virus espere a ser activado.
No sé tiene claro cómo llegó el virus a las aguas residuales pero saber que está presente es útil para predecir su comportamiento en una población. Ya que los infectados tardarán en notar que tienen el virus, un estudio constante sobre las aguas residuales ayudará a comprender cómo avanza el virus en distintas regiones. Con esta información se pueden promover políticas públicas con anticipación antes que aparezcan los síntomas en los contagiados.