Rocket Lab, la misión que buscará rastros de vida en Venus en el 2023 Copiar al portapapeles
POR: Antonio Medina
24 agosto, 2020
Mientras casi todas las agencias y compañías privadas tienen sus ojos puestos en Marte, la empresa norteamericana Rocket Lab tiene en la mira a nuestro otro vecino próximo, Venus.
Si bien es cierto que el planeta rojo representa la mayor probabilidad de encontrar indicios de vida en su exploración por su similitud con nuestro planeta hace millones de años, Venus podría darnos una grata sorpresa; y es que, aunque pudiera parecer que Venus es un infierno por su atmósfera -la más caliente del sistema solar y llena de gases tóxicos-, esta nueva misión pretende encontrar alguna forma de vida resistente a estas condiciones.
Los científicos teorizan acerca de la posibilidad de que en un pasado lejano Venus fue mucho más similar a la Tierra de lo que pudo haber sido Marte. Con un tamaño mucho más similar y posiblemente lleno de agua en ríos, lagos y océanos, sin embargo un calentamiento global descontrolado impulsado por los mismos procesos geológicos del planeta provocaron el efecto invernadero que hoy hace que la temperatura en Venus sea de más de 400ºC.
El objetivo de la misión es el de explorar una región de la atmósfera situada a unos 50 kilómetros de altura, en donde sorprendentemente las condiciones son mucho más amables. Ya en los años 20, un grupo de científicos descubrió la presencia de un tipo de “parches” en la atmósfera venusina que parecían absolver hasta 40% más de radiación ultravioleta que las demás regiones. Con el paso del tiempo, se descubrió que estos parches evolucionan al paso de los días en un proceso que no tiene comparación con otros planetas y de ahí viene la suposición de que existe algún tipo de vida en Venus.
Fue el astrónomo Carl Sagan quien teorizó en 1967 que el comportamiento de estos parches en la atmósfera de nuestro vecino cósmico podría deberse a que se encuentran repletos de microorganismos con la capacidad de absorber la luz en ese rango de longitud de onda. En estos parches la presión atmósférica oscila entre las 0.4 y 2 atmósferas, además de que la temperatura puede ir de los 0 ºC a los 60 ºC, por lo que podría ser una región habitable para algunas formas de vida. Además de dióxido de carbono y ácido sulfúrico se cree que aún existen restos de vapor de agua en la atmósfera de Venus, por lo que las probabilidades de encontrar vida en este lugar aumentan.
Estos microorganismos, similares a las bacterias del azufre que conocemos aquí en la Tierra, confirmarían la teoría de Sagan y serían el principal objetivo de la misión de Rocket Lab, que podría lanzarse en el año 2023 y que constará de dos pequeñas sondas que se internarán en la atmósfera del planeta. Esta misión podría ser el detonante para volver a levantar el interés en Venus y quitarle un poco de todos los reflectores que por el momento se encuentran apuntando en la dirección de Marte.